Sentimos que la vida está pidiéndonos demasiado y que tenemos el tiempo detrás nuestra, presionándonos como si “llegáramos tarde a vivir”
Ni siquiera nos da tiempo a asimilar nada cuando ya tenemos algo más pendiente, y así se nos hace una lista infinita de cosas que hacemos sin pensar por qué las estamos haciendo y, mucho menos, si queremos hacerlas.
La situación actual y la percepción del éxito
Estas son las inquietudes más frecuentes actualmente en los jóvenes: excesiva preocupación por la economía a temprana edad, incertidumbre diaria sobre el futuro y la estabilidad, necesidad de encontrar un propósito seguro, no encontrar una pareja pronto y alcanzar la independencia temprana como signo de éxito, entre otras (hay más😵💫)
En este artículo de La Vanguardia, puedes conocer más sobre el origen de la situación actual y los resultados obtenidos.
Tenemos una percepción tóxica del éxito que se basa en la creencia de deber hacer algo nuevo o diferente antes de una edad determinada para que sea considerado un logro, lo que nos lleva a: culpabilidad excesiva, frustración y sentimiento de atraso.
Estrés, presión y prisa
“Si no te cuesta ni sufres, no es esfuerzo. Si no haces algo grande, no eres nadie. Además, si lo haces tarde, ya no tiene tanto mérito” (sí, puedes tomarte un respiro antes de seguir leyendo 🫠)
La presión de triunfar, ser perfecto y alcanzar los estándares inalcanzables es cada vez más “una ley”. Nos sentimos en el deber de cumplir con estándares de nuestra familia, nuestros amigos y, a veces, de nosotros mismos.
Pensar esto nos provoca un estado de estrés crónico que nos controla hasta adoptar un estilo de vida donde nada nos reconforta, nos hace felices ni nos parece un logro. Además, podríamos sufrir repercusiones tanto mentales como físicas.
Y luego está esa sensación de prisa constante. No sólo tenemos que alcanzar algo, si no que vamos tarde. Es importante entender que actualmente las reglas cambian antes de que puedas llegar a entenderlas. Por eso, es una pérdida de tiempo intentar seguirlas.
Cada uno debe establecer sus propias reglas, establecer un ritmo sano y aspirar a metas realistas y deseadas. Recuerda que no existe un propósito final, vivir ya es la meta de la que debes disfrutar a diario.
¿Qué sería de lo que logramos si no lo disfrutamos por no tener tiempo para apreciarlo?
La necesidad de escapar
¿De qué escapamos y a dónde queremos llegar?
La necesidad de escape es el resultado del cúmulo de estas sensaciones anteriores.
Ahora, es más real que nunca la necesidad de salir de la rutina.
Si logramos establecer una rutina que nos proporcione calma, estabilidad y reconocimiento, ya estaríamos teniendo momentos de desconexión y paz a diario sin tener que llegar al extremo de abandonar por la incapacidad de seguir.
Ahora que conoces un poco más sobre la burbuja en la que vivimos, quizá sea más fácil entender que podemos salir de ella y conseguir nuestros propios objetivos, no los de los demás.
Respira y haz del tiempo algo útil, valioso y reconfortante, no aparentemente correcto ⭐.
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